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7.21.2011

A falta de Pan, circo y antes muert@ que sencill@

Por: Sabrina M. Rivas Pérez

Hoy más que nunca cobra sentido aquella vieja frase utilizada por Juvenal: "pan y circo". Al estilo de los despóticos emperadores romanos, no solo el gobierno entretiene al pueblo con uno que otro cuento`e camino, sino que los medios y hasta la sociedad civil conspira para ser parte de esta eterna broma; por suerte hay gente que sigue escribiendo y comentando sobre lo que realmente importa.

Vamos a hacer un repaso: El día de hoy amanecemos con la sorpresa de que los cables de Wikileaks siguen aruñando a las vacas sagradas de RD, por lo menos en lo moral (nadie se acordó de Wikileaks y Assange hasta hoy); no se vislumbra el final de la historia épica de Sobeida, Mary y Agosto; y las marchas amarillas frente al palacio continúan, ahora amenizadas por un artista extranjero que debe gran parte de su auge a la estrategia de marketing social y amenaza al Estado con violar sus leyes,  y para sorpresa mía, el pueblo lo apoya y denuncia una violación a la libertad de expresión mientras se queja con la misma fuerza de la poca regulación y de la letra vulgar de algunos exponentes dominicanos que con sus temas denigran a la mujer dominicana e invitan a nuestros hij@s a disfrutar del sexo, las drogas y la violencia como si Calle 13 no lo hiciera, y eso que me encantan porque la irreverencia tiene su público.
Mientras, en el  Salón de la Justicia  Palacio Nacional, nuestro presidente teoriza sobre su discurso del 16 de agosto y la gente espera cambios que a estas alturas no producen ningún efecto salvo desestabilizar la opinión pública y encandecer los debates sobre el período electoral que nos amenaza se acerca, ya nadie recuerda los millones en préstamos que fueron aprobados en las últimas semanas y que ya estaban presentes cuando se aprobó la Ley de Presupuesto y Gasto Público, quedó en el olvido que la tasa de desempleo sigue creciendo casi tan rápido como los muertos y heridos por actos violentos. La reducción del gasto y el uso irregular e indiscriminado del erario público a favor de nuestros servidores, no hay porqué mencionarlo "como es un camino sin salida, no hay que dar vueltas sobre lo mismo"; el cólera y sus víctimas ya andan con la estimada indiferencia y con tierra sus muertos, nuevas víctimas aparecerán cuando se reactive la campaña después del 16...mientras la "epidemia" se expande nuestros médicos hacen huelga por aumento de salario como si no tuvieran otros 364 días para manifestarse.

Pero este es mi país...a falta de pan, circo. Lo más difícil de asimilar es que acoger con beneplácito estas tácticas no es inherente a nuestra patria, mientras más altos están los precios de los alimentos y encarecido el acceso a los recursos fundamentales para una vida plena, con mayor facilidad se incrementan las actividades sociales de gran lujo, la compra de vehículos de alto octanaje, la importación de artículos exclusivos para una población más empoderada y todos apelamos al "antes muert@ que sencill@".

7.14.2011

Jóvenes Ni-Ni Vs. Desempleados Académicos

Por: Sabrina M. Rivas Pérez

El desempleado puede lidiar con dos efectos contrarios, que a veces son fases que inician en la primera y acaban en la segunda o viceversa: súbitas ráfagas de creatividad, utiliza todos los recursos que considere para sentirse útil y producir o se sume en la miseria y se auto compadece al tiempo que su ilusión se desvanece a la velocidad con que envía currículos, acepta entrevistas o es rechazado.  

Sin embargo, este artículo tarta de los sub empleados y de aquellos que no reúnen los requisitos mínimos para optar por un empleo decente (en el marco de la OIT). Una gran parte de la población joven (hasta los 24 años, según Naciones Unidas) está descontenta con su empleo actual, pues como tenemos el privilegio de ser la generación más educada de todas las épocas, hay un gran número de menores de 30 con títulos de licenciaturas, maestrías y postgrados empleados en puestos que apenas requieren ser estudiante universitario y con sueldos muy por debajo de la inversión realizada en su educación, debido a que según estudios recientes la mayoría de jóvenes latinoamericanos admiten que utilizar contactos ha dado más resultados que un documento interminable de cursos y seminarios. Además con la crisis económica que se vive en gran parte del mundo y mas en Hispanoamérica que siempre ha estado en crisis la calidad de los sueldos ha mermado  y las respuestas que dan los Estados y el sector privado ante las negociaciones con el sector obrero es que prefieren bajos sueldos a menos empleados (pues hay que “democratizar” el acceso a un empleo para “dinamizar” la economía).

Por otro lado, tenemos a los jóvenes Ni-Ni, aquellos que ni trabajan ni estudian (muchas veces por el mismo tema de la economía). Las noticias de hoy hablaban del revuelo en Uruguay por concursos públicos que sometía el Estado a favor del sector obrero y una que otra conducta nepotista a favor de los hijos de empleados municipales; algunos entendían que esto era una medida social que favorecía a los sectores marginados pues siempre se habilitan convocatorias que requieren mayor nivel educativo, otros por el contrario opinan que este tipo de llamados rompen con el criterio de igualdad que plantea la Constitución. 

La República Dominicana no escapa de la epidemia de la escasez de empleos, pero en nuestro caso ¿Quiénes engrosan más las estadísticas: los jóvenes que se gradúan de las universidades y los becados por el gobierno que regresan con maestrías del exterior o aquellos que apenas llegan a un 8vo grado y que poseen habilidades limitadas? El desempleado académico es una persona preparada en un área determinada que trabaja en otra distinta, por lo tanto es un activo que se convierte en pasivo y es mandado al depósito reduciendo la eficiencia en la Organización pues no se aprovecha su máximo potencial, sin embargo los obreros suelen ser la masa y los países en vías de desarrollo suelen beneficiar a las masas, porque estas dan más votos, y se emplean menos recursos intentando convencerlas, además de que ese porcentaje de la clase baja se reduce con poca efectividad año tras año. 

Con la reducción de los pobres y la ampliación de la clase media tomando en cuenta su redefinición y hasta su desaparición según algunos autores, ¿hacia donde deberían dirigirse las políticas laborales? hace unos años la diana era el joven que nunca había tenido un empleo, pero ¿quién debería ser la prioridad en tiempos de crisis? ¿Deberíamos apostar por aquel graduado con poca experiencia, conocedor de sus derechos y que exige ciertas condiciones para laborar o por aquel joven obrero con conocimientos empíricos dispuesto a todo, sin ánimos de exigir sus derechos sino de cumplir sus deberes sin condiciones previas y por un salario más bajo?

7.07.2011

Del reclamo justo y otras fábulas

Por: Sabrina M. Rivas Pérez
     
La libertad de expresión y el ejercicio de nuestros derechos, en general, como ciudadanos asume un doble rol cuando se trata de la exigencia de reformas sociales sustanciales. Por un lado, los procuradores de la justicia social  ejercen su derecho a huelga en reclamo de pedimentos que consideramos justos y necesarios, ya sea porque es políticamente correcto, porque es lo que conviene y/o porque es lo que interesa y en otra vertiente estos mismos se convierten en verdugos cuando el ejercicio de protestar a quien verdaderamente perjudica es a aquellos que intentan proteger, a quienes apoyan la causa que al mismo tiempo conforman las víctimas del abuso estatal.

No hay porque explicar el origen de este artículo, el llamado a huelga pautado para el lunes 11 y el “calentamiento” previo que se observa desde hoy, el cual es organizado por organizaciones autodenominadas populares, cuando yo las llamaría populosas son los hechos claves de jugadas oportunas en tiempos de debate electoral. Si las protestas son contra los hacedores y tomadores de decisiones, ¿por qué castigar al peatón o al ciudadano que por las razones que considere, asociado o no a algún sindicato decide seguir trabajando ese día?, parecería que a quien se quiere dañar es a quien ya ha sido injuriado. 

Realmente, a la cúspide de la poliarquía (no solo en las estructuras gubernamentales) estas protestas, paros y piquetes solo le afectan mínimamente, pues dañan un poco la percepción de la gente sobre el “bienestar público” y los medios de comunicación archivan por unos días “los gritos del pueblo”, mientras tanto, el servidor público, el hombre de negocios, el líder sindical y la clase privilegiada de esta media isla solo tiene que lidiar durante un día con uno que otro retraso debido a las medidas de seguridad que se adoptan en estas circunstancias y experimentar leves pérdidas en cuanto al volumen de ventas y productividad (solo en algunos casos), incluso es más sencillo y seguro conducir por las principales calles y avenidas sin el peligro que representan los autobuses y carros público.

Sin embargo, el siervo de la gleba tiene que enfrentarse a filas interminables en espera de un “concho” pirata que si es sorprendido trabajando durante la huelga pone en riesgo su vida y la de los pasajeros, exponiéndose al peligro latente pues las paradas del transporte público han sido escenarios dignos de cualquier película de acción de los tiempos modernos, para enfrentarse más tarde al superior inmediato, pues debido a la tardanza podría ser amonestado; los riesgos se intensifican durante las noches, sobretodo en los sectores más calientes, donde la delincuencia hace de las suyas con frecuencia. Tomando en cuenta que los salarios a nivel general no han tenido un incremento sustantivo en los últimos 15 años, cuando se aumenta el costo del pasaje para favorecer a los padres de familia y a los más desposeídos yendo en contra de las disposiciones gubernamentales se olvida el hecho obvio de que el peatón es quien se lleva las heridas de guerra, como si este viviera en otra realidad y los incrementos no les afectaran.

Es por ello que, independientemente del respeto al derecho de huelga y de protestar contra lo que es injusto y la valentía que supone lanzarse a las calles, considero que la forma debe ser variada.  Una recomendación a las organizaciones populares es que estacionen sus vehículos al frente de las marquesinas del hogar u oficina de todo aquel contra el que quiera protestar, niéguese a recibir su “fundita”, niéguele su voto, niéguele el participar en actos proselitistas, haga actos de desobediencia civil y no obstaculice el tránsito, queme autobuses y neumáticos, tire piedras ni hiera a todo aquel que se encuentre en el momento equivocado y en el lugar incorrecto, porque al final del día los grandes millones que pierde el Estado dominicano con un día de huelga nada valen para el que gana menos de cuarenta mil pesos mensuales, por el contrario, al defender los intereses de “las masas” colaboran para que caben sus propias fosas.
 

7.06.2011

2da Parte. La Lucha por las Libertades desde las Redes Sociales.

 Por: Sabrina M. Rivas Pérez

Soy una firme creyente de que es posible cambiar el mundo auxiliándonos de las herramientas del social media como You Tube, Orkut, Facebook, Twitter, MySpace, Blogger, Slide Share, solo por citar algunas. La web 2.0 ofrece un sinfín de alternativas que permiten promover y alcanzar a miles de personas en un tiempo record, por algo se ha convertido en el medio preferido de los publicistas, y si no me creen pregúntenle a Mark Zuckerberg como le ha ido este año.

Las comunidades virtuales tienen la capacidad de hacer una tormenta en un vaso de agua y la fuerza para derrocar un gobierno. En esta época de programas de realidad, de estrellas instantáneas, y de “genios de los 140 caracteres”[1] lo extraño seria que el ejercicio de la libertad de expresión  no provocara conflictos; el joven dominicano nacido después del año 1985 no ha experimentado la represión, por ello emite comentarios tan afilados, que responden a la frase netamente dominicana “esta boca es mía” y exhibe tanta valentía al defender sus argumentos. 

Esta ventaja ha sido el móvil que motiva el “ir contra la corriente aunque muramos ahogados” además de que no se pierde nada cuando nos cobijamos bajo el manto de la multitud o el anonimato (que para estos fines vendría siendo lo mismo), protestar bajo estos argumentos está bien y nos sentimos más confiados y sabemos que “estamos en lo correcto y que no somos borregos” cuando personas destacadas (artistas, políticos, presentaros, locutores, intelectuales varios, etc) se identifican con las postura que defendemos. El boom de las redes sociales en República Dominicana, al igual que en que otros países del mundo ha resurgido el empoderamiento de la población  joven adulta y la optimización de su facultad para detonar cambios sociales; ha puesto en contacto con su entorno y le ha hecho dar un vistazo al mundo a esa generación tan distraída y absorta que crearon el internet, lo videojuegos y el blackberry y miren los resultados.

Una frase célebre del mundo geek sostiene que si no te gustan las críticas no publiques, por ello entiendo que cuando se desatan los debates en la red se cumple el rol primordial de este medio. Mi recomendación a los internautas es simple: vive y deja vivir; pero cuando de verdad queramos convertirnos en parte de algo, hazlo en serio y despreocúpate de los demás, poniéndole el corazón a todo lo que hacemos contagiaremos al mundo de nuestra fiebre superando los seis grados de separación.

Echemos a un lado el drama, si nuestro objetivo es revolucionar el mundo que conocemos o por lo menos hacer un cambio de cristal a nuestra forma de ver la vida, propongámonos a partir de hoy encontrar un uso productivo a la red, quizás estemos minusvalorando nuestra influencia en los demás. Quien dijo que no se puede ser Superman desde Facebook!!!


[1] Frase tomada del articulo “Los genios de los 140 caracteres. http://www.amandysha.net/2011/01/los-genios-de-los-140-caracteres.html

7.05.2011

1ra Parte. La Lucha por las Libertades desde las Redes Sociales.

Por: Sabrina M. Rivas Pérez
     
En el tiempo donde la lucha armada por la democracia era el acontecer diario nadie imaginó que cincuenta años después el escenario de las batallas sería tan distinto. La era de la información trajo consigo algo más que Wikipedia, Google y música gratis, transformó la forma en la que nos comunicamos y nos relacionamos con nuestro entorno.

Los programas televisivos y de radio, los periódicos, empresas y marcas comerciales, toda la fauna del ecosistema político y farandulero, así como también uno que otro ciudadano con ansias de ser famoso se han suscrito a las diversas redes sociales con tal de promocionar sus productos, fingir que son más accesibles, canalizar quejas de índole social, informar hasta al más despistado, convocar huelgas, paros y piquetes, o simplemente hacer parte de su existencia a toda persona con una vida menos interesante que la suya, pero este no es el punto de este artículo.

El convertir las causas sociales en herramientas de mercadeo para ganar adeptos que se identifiquen con X o Y institución es la nueva tendencia. Muchos se escandalizarán ante esta idea, pues el reavivamiento de la clase media dominicana en pro de la defensa de sus derechos ciudadanos nunca podría desembocar en consecuencias negativas, sin embargo, el simple “llamado a” no es suficiente y veo nuevamente como las masas son sub utilizadas como mecanismo de presión en temas que interesan solo a una parte y de los que ni siquiera nos enteramos camuflageados en convocatorias de interés común.

Como las multitudes no preguntan, es más fácil intentar convencer a un millón y en esa apatía está el éxito relativo que han experimentando ciertas propuestas; el propósito de este artículo es que cada individuo analice detenidamente todo lo que apoya, “sigue” o “le gusta”. Al identificarse con alguien o algo, nos volvemos parte de ello, por eso es recomendable que antes de dar el visto bueno o emitir algún juicio de valor sobre una situación investigue todas las propuestas que presenta y los efectos positivos y negativos que acarrearía su puesta en ejecución, los esfuerzos tangibles en pro de la causa, así como el plan de acción que garantizará su efectividad; aunque la institución sea sin fines de lucro, recuerde que toda organización debe ser autosustentable por lo tanto, siempre es bueno saber la procedencia de los fondos con los que trabaja la Institución que apoyamos y de esta forma nos daremos cuenta del sector al cual está vinculada. Es cierto que conocer todos estos detalles sería sumamente difícil, no obstante, el ser responsable y asumir una actitud distinta hacia los problemas que nos aquejan requiere que nuestro sentido crítico se agudice, y que nuestras acciones hablen por sí mismas.  

Las campañas estructuradas para expresar el sentir de la sociedad que no tienen el interés de educar a sus seguidores adecuadamente sobre las reformas que proponen tienden a gastarse rápidamente, provocando que para próximas convocatorias el apoyo por la red sea “masivo” y la asistencia escueta, convirtiéndose en meras expresiones de desahogo ciudadano que no generan cambios ni de pensamientos ni de decisiones. Estas iniciativas que aplaudí en un momento, pues las vislumbré como la salida triunfal de la animadversión que caracteriza al joven dominicano de los tiempos actuales, se han mediocretizado tanto, que llegará un día en el que no serán tomadas en serio, afectando de esta manera acciones futuras o presentes.

7.04.2011

La Retórica de la Honestidad


Los sonados casos de corrupción, estafa, conductas anti éticas en el lugar de trabajo y en las relaciones interpersonales, así como  esa pérdida irrecuperable, según algunos, de los valores  en la familia dominicana hace que cuestione la moralidad en la República Dominicana. 

Un hecho comprobado es la radical oposición de la población a todo acto que afecte su bolsillo y su orgullo, por ello llama la atención ver como el boom de las redes sociales ha convertido en ”revolucionario” a todos los inconformes, opositores del status quo,  antagonistas del gobierno, de la iglesia, de la comunidad gay, en fin a todo aquel que exprese un hecho más que evidente y clame, escudado bajo la forma de un tweet o un comentario, por sus derechos  o por los que cree tener.

Sin embargo la gran revolución de la era de la información nos ha hecho olvidar un hecho trascendental: El cambio empieza por uno mismo. ¿Cómo le exigimos honestidad a un funcionario público cuando un padre promedio da RD$200.00 a sus hij@ para que los ayuden en las pruebas nacionales? Esta doble moral amparada en la idea de que “todo el mundo lo hace”, está provocando que los más jóvenes vean estas acciones como  buenas y válidas.  Exigimos calidad educativa mientras le hacemos las tareas a nuestros niñ@s, exigimos transparencia y evitamos pagar impuestos,  desdeñamos las mentiras y sin miramientos nos auto declaramos autores de cuantos párrafos encontrados vía google utilicemos para las tesis y trabajos universitarios.  

Sócrates entendía que el buen ciudadano debe obedecer aun las malas leyes, para no estimular al mal ciudadano a violar las buenas, es por ello que predicar con el ejemplo no puede caer en desuso. Hasta que nos toca, todos somos acérrimos detractores de las conductas indecorosas, criticamos sin censura a todo aquel que corrompa las normas, aunque  solo sea una presunción, nos oponemos a la promoción del morbo, el racismo, la discriminación, el clientelismo, el enriquecimiento ilícito y otros males comunes de esta media isla.

Dañamos sin contemplaciones la reputación de cualquier funcionario (público o privado) y endiosamos a un presentador de televisión en menos de un minuto, solo por citar un ejemplo. Es más sencillo exigir la persecución contra el crimen cuando el cuello de alguien mas es el que se pone en riesgo; en algún momento de nuestras vidas cada uno ha sido víctima de una conducta reprochable, pero ¿cuantos la hemos denunciado y llevado nuestra acción hasta la últimas consecuencias?

Mis postulados se remiten a que intentemos cambiar el mundo mediante la transformación de nuestro modo de vivir, he aprendido que tenemos que ser responsables de lo que decimos y de lo que callamos. Sin importar el medio que utilicemos, las palabras no bastan, hace falta algo más que un tweet para revolucionar el mundo y nuestras acciones dejan una huella más profunda en el corazón de la gente que una frase escrita por un autor que nunca hemos leído.